viernes, 1 de octubre de 2010

El complejo de tío Conejo

Con un muy llamativo (sino curioso) título, entro a ver otra de las características que iluminan la idiosincrasia costarricense. Uno de los malos estandartes de nuestra identidad que de una manera u otra, para bien y mal, forjan el destino de nuestra nación; pequeño ensayo sobre realidad nacional (ecología, nepotismo, literatura, realidad, etc).


Contexto


La década de los 20 (siglo XX) es a mi criterio el pico indiscutible de la intelectualidad nacional. Joaquín García Monge, Roberto Brenes Mesen, Carmen Lyra (María Isabel Carvajal, etc., son algunos de muchos otros lectores (y forjadores) de la sociedad como la conocemos hoy.

Los cambios del periodo liberal fueron claros, la Costa Rica rural terminaba su proceso de urbanización en los centros provinciales del Valle Central. En este caso debemos hacer mayor énfasis en San José. Las reformas educativas iban surtiendo efecto, desde la mejora en alfabetización hasta la creación e institucionalización del Liceo de Costa Rica (y los liceos en general) y el Colegio Superior de Señoritos (la educación de la mujer).

Antes de este periodo existen muchos personajes ilustres, pero es definitivamente en esta década (y las tres posteriores) donde se plasman en papel, características del nacional, tal y como lo conocemos hoy. Vale decir aquí que difiero de gran manera de definir al costarricense con un libro como Concherias el cual es más alegórico que realista.

Creo que El Moto, la primer novela escrita en esta tierra, marca un nuevo estilo, y si de divisiones históricas se trata, creo que la intelectualidad de Costa Rica puede establecer un antes y un después de el Repertorio Americano.

Por último, vale decir que tío Conejo es un personaje universal; es mencionado por otros autores, como Carlos Luis Saenz entre otros.


Una vez con estos conocimientos, les presento a tío Conejo.


“- ¡Adiós, tío Coyote culo quemao, por amigo de ser casao!”


Este epígrafe es la frase más famosa del personaje en cuestión. Un personaje poco estudiado en la academia (la obra de Carmen Lyra en general; lamentable) pero claramente reconocido por todos lo ticos como aquel invivible conejo que le hacia la vida imposible a tío Coyote y todos los demás tíos. Curioso ver la facilidad de identificación (a través de la risa) de todo un pueblo con un animal como este.

¿Por qué un conejo? Más allá de la especulación creo que si al pueblo alemán, argentino, estadounidense, ruso, chino, etc., se le comparara con un conejo, este no se sentiría muy satisfecho o respetado, no obstante, el tico no sufre del mismo mal (orgullo). Nuestra realidad geográfica, económica, política y demás, nos permite identificarnos con un pequeño animal pequeño he intrépido (aunque claramente indefenso).

¿Qué intento decir Carmen Lyra con un personaje tan complejo? Procedo a mi aforismo: la escritora vio a un tico en tío Conejo (o creó uno en el mismo). Veo en este texto una lectura de la identidad costarricense (o parte de ella).



“Tío conejo se hizo el tonto…”


Muchas décadas después de escritos Los cuentos de mi tía Panchita, esta frase (la del subtítulo) sigue siendo parte de la jerga diaria; una característica común del tico, hacerse el tonto.

No pretendo hacer un ensayo panegirista del moralismo, me remito a hechos y las explicaciones. En los cuentos de tío Conejo, el mismo logra que echen al famoso Coyote en agua caliente, le tira un zapote en la cara y luego le hace tragar agua de un charco diciéndole que es suero de queso. Ante esto, nuestro personaje principal debe recibir adjetivos como: vivillo, sinvergüenza, aprovechado, descarado, concho, y en últimas, cabrón. No obstante, tío Conejo posee parte importante del corazón (memoria) del pueblo costarricense.

Recapacitemos en el hecho que este no es un Tom & Jerry, en donde Tom quiere hacerle una maldad a Jerry, sino simplemente antes de cualquier cosa, vemos desde el inicio de los Cuentos de tío Conejo, como es el orejón, el responsable de tan tensa relación.


“(…); pero el maldito tío Conejo prefirió quedarse soltero de por vida, porque le tenía más miedo a una sola mujer que a todos los Sisimiquis del monte, juntos y congregados.”

(Saenz, 1997. p 15)


El tico con orejas


Pretendiendo llevar la ficción a la realidad, hago una lectura reduccionista (la naturaleza del artículo lo fuerza) de lo que hoy vivimos, todos los ticos, y de cómo estos tíos Conejos nos pasamos gritando culo quemao, todos los días. Para muestra, un botón:


Propiedad Pública: Aquí hablo desde la realidad del transporte público – autobuses rayados, asientos rotos, baños públicos sin papel higiénico y rayados, entre otros –, de los edificios públicos, e infraestructura en general. Si bien huelga decir que el MOP hace más que un mal trabajo en la señalización vial, son muchos los antisociales que dañan aun más, sin razón alguna de venganza – las luchas existenciales de un mundo en su contra no son razones validas – es parte de la realidad que vive a diario todas las señales de Alto, Paso de Estudiantes, Ceda, etc.


Filas (colarse): Basta ver una fila de autobús (mínimo) o conocer a trabajadores de instituciones de la C.C.S.S, del ICE, del I.N.S, etc., para ver como el tico si bien se queja de un mal servicio, las mordidas, el clientelismo y nepotismo, son parte de una idiosincrasia en decadencia – sino contradictoria y por lo tanto inexistente –. El discurso no tiene forma alguna, los nacionales se quejan de filas en la C.C.S.S., pero apenas puedan por medio de algún familiar u otro conocido conseguir una cita antes, lo hacen.


Basura: ¿Qué le ha hecho el mundo a la naturaleza?, para citar al jefe Seattle: la tierra no pertenece al hombre; el hombre pertenece a la tierra. En el caso nacional, hoy primer día del mes de octubre del año 2010, el país se esta cayendo, a pedazos, literalmente. Estoy hablando de dos factores: 1) Contaminación e 2) Infraestructura (su inexistencia o carácter luctuoso). Caldera se despedazo con menos de un año de existencia, los puentes se caen, la deforestación pasa su factura en distintos cerros (comunidades) patrios, natura se revela.


Conclusión


No tiene sentido extenderse, es un pequeño reflejo de cómo Costa Rica grosso modo es una decadente Suiza Centroamérica, creo que cada nos demostramos a nosotros mismos nuestra indolencia e ineficacia.

Es más que acuciante hacer denuncia, concientizar, trabajar, para dejar la apoteosis inconciente hacia tío Conejo. El personaje es ficción, hermosa ficción creada por la brillante mente de Carmen Lyra; la lectura del tico de la primer mitad del siglo XX sigue siendo válida el día de hoy, no obstante nos agrava la situación en la sociedad de la competencia, en palabras de la OMC, hay competencia desleal, como China.

Mutatis mutandis el país saldrá adelante, como tantas veces antes, sin embargo si se realiza una disquisición como es necesario, observaremos que no se hace mas que perpetuar la vía del subdesarrollo, el sino latinoamericano (con Chile y Brasil dentro).

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