viernes, 8 de abril de 2011

Sombrero, abrigo, guantes

       Del padre de los Trilce, del inesperado ¡Odumodneurtse!, poeta entre poetas de América Latina, de este personaje que ha hecho literatura, les traigo un poema que demuestra la trascendencia de este escritor.
       
      Silvio Rodríguez afirmo que “Vallejo logra conciliar dos facetas irreconciliables: la coloquialidad y la trascendencia en su obra”; este es tan solo una de las opiniones que recibe este portentoso autor, inspirador de la primera generación de la Nueva Trova Cubana. A propósito de esto, para los amantes de Vallejo, les recomiendo descargar el disco Noel Nicola canta a César Vallejo, en el que Nicola logra musicalizar muy dignamente la obra del poeta.

            Sin más preámbulo:  

Sombra, abrigo, guantes


 Enfrente a la Comedia Francesa, está el Café
de la Regencia; en él hay una pieza
recóndita, con una butaca y una mesa.
Cuando entro, el polvo inmóvil se ha puesto ya de pie.

Entre mis labios hechos de jebe, la pavesa
de un cigarrillo humea, y en el humo se ve
dos humos intensivos, el tórax del Café,
y en el tórax, un óxido profundo de tristeza.

Importa que el otoño se injerte en los otoños,
importa que el otoño se integre de retoños,
la nube, de semestres; de pómulos, la arruga.

Importa oler a loco postulando
¡qué cálida es la nieve, qué fugaz la tortuga,
el cómo qué sencillo, qué fulminante el cuánto!


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