La década de los sesentas significo un renacer de la literatura latinoamericana. Inevitablemente herederos del Popol Vuh e hijos de Martí, Darío y Asturias, cuatro insignes figuras emergen de entre las dictaduras, guerra fría, peronismo, Banana Republics, etc., el Boom latinoamericano lloraba para captar su primer hálito. No obstante, aquí solo cabe hablar de una de todas ellas, a mi parecer la más completa (literariamente hablando), Julio Cortazar.
Esta obra que hoy reúne al escritor y al escritor de este blog, debería estar en dos listas, primeramente, la lista de libros completos (perfectos, no en gusto, sino en cuanto a lo absoluto), donde solo se pueden ubicar obras como El Quijote, Los hermanos Karamazov, En busca del tiempo perdido y el Ulises de James Joyce, obras de arte que se adueñan del mundo para reinterpretarlo, metarelatos que le dan sentido a la vida del hombre.
En segundo lugar, a diferencia de esta primera lista inexistente en la realidad, la lista de los mejores libros del mundo existente y bastante regular en todas sus versiones, no ostenta esta obra entre los primeros cien libros, no obstante, de la literatura en español, debería ubicarse entre los primeros quince puestos, por lo tanto sería lógico que algún día, tras una revaloración de la ingente fuerza que guarda esta obra, será ubicada en puestos de honor.
Contenido y estructura
Finalizada la apología personal, paso a una valorización más objetiva del libro. Rayuela es un libro que grosso modo se podría catalogar como grande, pesado, no apto para lectores amateurs o medios. Este es un libro que muchos empiezan y probablemente menos de la mitad termina.
¿Por qué es tan famoso Rayuela (aunque sea de nombre)? Este escrito tiene la peculiaridad de ser heredero de las vanguardias. En las propias palabras de Cortazar, el libro es un compromiso del autor por crear una novela distinta, necesitando la complicidad de un lector que este dispuesto a leer una novela diferente.
155 capítulos. Dos partes (1-56) (57-155), empero, no se deben leer ambas. El libro tiene dos órdenes, uno que es la lectura regular de la obra, que iría del capítulo 1 hasta el 56, finalizando allí la novela. Sin embargo, el lector puede optar por otro orden, que inicia en el capítulo 73 y finaliza en el 131; allí la gracia, allí la rayuela, ahí esta la fama de un libro que nadie lee, pero que se sabe que se lee raro. Al inicio de la novela viene este segundo y atractivo orden, el cual en realidad es el resultado de injertarle capítulos extra a la estructura primaria (1-56).
Resumen, consejos y observaciones
Resumen(0)
Añoraría poder resumir la obra, pero no puedo, es imposible, cualquiera que haya leído la obra, sabrá que para resumirla se necesitan mínimo veinte páginas. ¿No tiene tema central? Si y no, traducido: lean el libro.
Consejos (2)
- Lean primero el primer orden y luego el segundo: Si bien la tendencia a desafiar la autoridad, el espíritu revolucionario y el extraño amor por lo alternativo que se vive en Latinoamérica en la actualidad tendería a sugerir que se lea de una buena vez el segundo orden, esto es un garrafal error.
Si no se lee el primer orden (en el cual uno llega a amar el libro), el nivel de comprensión del segundo orden se pierde en un 80% o más. Es lógico que si este se encuentra montado sobre una primera estructura, es mejor y lo optimo, entender la primera estructura, y luego ahondar en eso.
- Hagan una lectura compartida: Busquen un amigo, propónganse leer la obra y reunirse cada X días a discutir sobre la misma. De no hacer esto, pierden la delicia de la lectura. Este libro es un debate sobre la realidad, si bien fue publicado en 1963, hoy esta más vigente que nunca.
Este ejercicio es exquisito con cualquier libro, pero el nivel de complejidad (perfección, completitud) de la obra, hace necesario este ejercicio, sino se pierden pistas para entender lo inefable.
- Saquen tiempo: La lectura exige tiempo de investigación. Conocimiento (o un buen traductor) de francés, latín, italiano, alemán e inglés, resultan vitales para no perderse en este microcosmos cortazariano; textos y obras fundamentales del vanguardismo, conocimiento del mundo del jazz, entre otras muchas cosas, son vitales para intentar (que es lo más que logramos hacer en tan subjetivo trabajo) comprender este texto.
Observaciones (3)
- Si se leen el segundo orden no leerán todo el libro: Para asiduos y observadores lectores (necesaria cacofonía), será sencillo encontrar que el capítulo 55 no es parte (por completo) del segundo orden.
- El libro tiene múltiples lecturas, lo que justifica sus múltiples finales.
- Hay un juego, un enigma y apuestas constantes sobre el qué va a pasar. La incertidumbre de lo cotidiano, concomitante a las casualidades es un tema digno de analizar a fondo. Busquen (presten atención a los) paralelismos.
Rayuela (Fragmentos)
Los dejo con unas cuantas frases y verdades sobre la obra, que es lo más que estoy autorizado hacer. La exégesis del libro sería un sacrilegio.
(1: Capítulo 73)
"(…) Se puede elegir la tura, la invención, es decir el tornillo o el auto de juguete. Así es cómo París nos destruye despacio, deliciosamente, triturándonos entre flores viejas y manteles de papel con manchas de vino, con su fuego sin color que corre al anochecer saliendo de los portales carcomidos. Nos arde un fuego inventado, una incandescente tura, un artilugio de la raza, una ciudad que es el Gran Tornillo, la horrible aguja con su ojo nocturno por donde corre el hilo del Sena, máquina de torturas como puntillas, agonía en una jaula atestada de golondrinas enfurecidas. Ardemos en nuestra obra, fabuloso honor mortal, alto desafío del fénix. Nadie nos curará del fuego sordo, del fuego sin color que corre al anochecer por la rue de la Huchette. (...)"
(2: Capítulo 27)
"—Amor, sexualidad. ¿Hablamos de lo mismo?
—Sí dijo la Maga—. Si hablamos de amor hablamos de sexualidad. Al revés ya no tanto. Pero la sexualidad es otra cosa que el sexo, me parece."
(3: Capítulo 29)
"—No es por una cuestión de culpa, che. Sos dostoievskianamente asqueroso y simpático a la vez, una especie de lameculos metafísico. Cuando te sonreís así uno comprende que no hay nada que hacer."
(4: Capítulo 37)
"Le daba rabia llamarse Traveler, él que nunca se había movido de la Argentina como no fuera para cruzar a Montevideo y una vez a Asunción del Paraguay, metrópolis recordadas con soberana indiferencia."
(5: Capítulo 51)
"—Aquí —dijo Remorino, mostrándole un lugar del registro—. Vamos, que se le va a enfriar el café con leche. Antúnez firmó floridamente, saludó a todos y se fue con unos pasitos rosa que encantaron a Talita. El segundo piyama era mucho más gordo, y después de circunnavegar la mesita fue a darle la mano al administrador, que la estrechó sin ganas y señaló el registro con un gesto seco.
—Usted ya está enterado, de modo que firme y vuélvase a su pieza.
—Mi pieza está sin barrer —dijo el piyama gordo.
La Cuca anotó mentalmente la falta de higiene. Remorino trataba de poner la Birome en la mano del piyama gordo, que retrocedía lentamente.
—Se la van a limpiar en seguida —dijo Remorino— Firme, don Nicanor.
—Nunca —dijo el piyama gordo—. Es una trampa.
—Qué trampa ni qué macana —dijo el administrador—. Ya el doctor Ovejero les explicó de qué se trataba. Ustedes firman, y desde mañana doble ración de arroz con leche.
—Yo no firmo si don Antúnez no está de acuerdo —dijo el piyama gordo.
—Justamente acaba de firmar antes que usted. Mire.
—No se entiende la firma. Esta no es la firma de don Antúnez. Ustedes le sacaron la firma con picana eléctrica. Mataron a don Antúnez.
—Andá traelo de vuelta —mandó el administrador a Remorino, que salió volando y volvió con Antúnez. El piyama gordo soltó una exclamación de alegría y fue a darle la mano."
Las citas se tomaron de esta edición de Rayuela, allí la encontraran online, en Scribd.
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