martes, 15 de marzo de 2011

Esperando a Godot

Teatro absurdo. Absurdo (tema recurrente del existencialismo), este es el epíteto bajo el cual se conoce la augusta obra de Samuel Beckett (Premio Nobel de Literatura 1969). Entre mi poco conocimiento de la basta obra de dramaturgo y filosofo, cuento con Días Felices y Esperando a Godot (obra que hoy nos reúne); para cualquier amante del teatro, el prurito por conocer algo, por mínimo que sea, sobre la obra de Beckett, debe inmanente al ejercicio su pasión
Publicada en 1952 (originalmente en francés) la obra del irlandés sería traducida al inglés tres años después. Ahora bien, fuera del contenido literario como tal, me gustaría plantear (o aclarar) una cuestión sobre le metatexto presente en la obra, me gustaría plasmar aquí la realidad objetiva (si tal cosa existe) de esta pieza de la literatura universal, esto debido al respeto que según mis (completamente subjetivo) principios como amante de la literatura merece cada autor.

*****

A continuación hago un pequeño resumen de la obra:

Primer Acto
Dos personajes principales Vladimiro y Estragon, ambos se encuentran en un camino descampado, tan solo hay un árbol de fondo en el que es segundo lucha por quitarse sus zapatos; ambos esperan a Godot.
Palabras van, palabras vienen, aparecen Pozzo y Lucky, amo y siervo respectivamente, los cuales realizan ciertos actos para entretener a sus nuevos amigos. Salen de escena después de un rato, quedan los dos personajes solos, llega un  muchacho (una figura de análisis multidisciplinario, quizá el personaje que permite establecer el verdadero significado de la obra) el cual indica que Godot no vendrá, que tal vez mañana si. Sale y salen.

Segundo Acto
Reaparecen los principales, es el día siguiente, esperan a Godot, discuten, reaparecen Pozzo y Lucky, sin embargo hay algo extraño. Con presteza descubren que hay algo extraño, el amo ahora es ciego y el siervo (que filosofó y canto el día anterior) ahora es mudo. Estragon parece recuerda vagamente el día anterior, Vladimiro recuerda todo, y los dos aparecidos no recuerdan nada. Discusiones de carácter fuertemente existencialistas (muy ricas para los amantes de la filosofía), finalmente salen.

Agrego textualmente (acaban de salir Pozzo y Lucky):

VLADIMIRO.- Dile... (Se interrumpe.) ...dile que me has visto y que... (Reflexiona.) . ..que me has visto. (Pausa. VLADIMIRO avanza y el MUCHACHO retrocede. VLADIMIRO se para y el MUCHACHO también.) Dime: ¿estás seguro de haberme visto? ¿No me dirás mañana que nunca me has visto? (Silencio. VLADIMIRO da un repentino salto hacia adelante y el MUCHACHO se escapa como una flecha. Silencio. El sol se pone; sale la luna. VLADIMIRO permanece inmóviL ESTRAGÓN se despierta, se descalza, se levanta con los zapatos en la mano y, los pone ante la batería; va hacia VLADIMJRO y lo mira.)

MUCHACHO.- Señor... (VLADIMIRO se vuelve.) Señor Alberto...
VLADIMIRO.- Vuelta a empezar. (Pausa. Al MUCHACHO.) ¿No me reconoces?
MUCHACHO.- No, señor.
VLADIMIRO.- ¿Viniste ayer?
MUCHACHO.- No señor.
VLADIMIRO.- ¿Es la primera vez que vienes?
MUCHACHO.- Sí, señor. (Silencio.)
VLADIMIRO.- De parte del señor Godot.
MUCHACHO.- Sí, señor.
VLADIMIRO.- No vendrá esta noche.
MUCHACHO.- No, señor.
VLADIMIRO.- Pero vendrá mañana.
MUCHACHO.- Sí, señor.
VLADIMIRO.- Con toda seguridad.
MUCHACHO.- Si, señor. (Silencio.)
VLADIMIRO.- ¿Te has encontrado con alguien?
MUCHACHO. No, señor.
VLADIMIRO.- Otros dos... (Vacila.) ...hombres.
MUCHACHO.- No he visto a nadie, señor. (Silencio.)
VLADIMIRO.- ¿Qué hace el señor Godot? (Pausa.) ¿Oyes?
MUCHACHO.- Si, señor.
VLADIMIRO.- ¿Y qué?
MUCHACHO.- No hace nada, señor. (Silencio.)

(…)

MUCHACHO.- ¿Qué debo decirle al señor Godot, señor?
VLADIMIRO.- Dile... (Se interrumpe.) ...dile que me has visto y que... (Reflexiona.) . ..que me has visto. (Pausa. VLADIMIRO avanza y el MUCHACHO retrocede. VLADIMIRO se para y el MUCHACHO también.) Dime: ¿estás seguro de haberme visto? ¿No me dirás mañana que nunca me has visto? (Silencio. VLADIMIRO da un repentino salto hacia adelante y el MUCHACHO se escapa como una flecha. Silencio. El sol se pone; sale la luna. VLADIMIRO permanece inmóvil ESTRAGÓN se despierta, se descalza, se levanta con los zapatos en la mano y, los pone ante la batería; va hacia VLADIMJRO y lo mira.)

Por último al salir el joven, los personajes principales disertan (sobre todo Vladimiro, llegando a las conclusiones tópicas de la obra), y finaliza todo con su famoso final, que descuella el más alto nivel de inacción.

VLADIMIRO.- Entonces, ¿nos vamos?
ESTRAGÓN.- Vámonos. (No se mueven.)

*****

Samuel Beckett
Ahora deseo establecer lo que propuse previo a la sipnosis. En Wikipedia descubrirán como la más famosa interpretación de la obra, se basa en la idea de la raza humana (representada por Vladimiro y Estragón) esperando a God(ot) [o sea, Dios. God es Dios en inglés]. Empero, Beckett aclaró en vida que si esa hubiera sido su idea, hubiera escrito God en lugar de Godot. Lacónicamente: Este no es el tema.
Desde mi perspectiva, y tomando en cuenta el carácter inexorablemente existencialista de la obra, se busca plantear el absurdo de lo cotidiano, las vicisitudes del microcosmos humano, el cual carece de la inmutabilidad como característica inherente; la superficialidad y la falta de certeza en lo absoluto, se asemejan más a la realidad que se vive.
Si tuviera que elegir un tema central para este texto, propondría: el hombre como ser de un día en perpetuo devenir y olvido. Lo irrelevante de la memoria (y porqué no de la historia como método para entender la realidad) para vivir lo cotidiano.
Para el que se disponga a leer el libro, le aseguro que experimentará la satisfacción de la comedia del sinsentido, la verdad es que se disfruta lo ameno (pero profundo) de la lectura. Disfrute garantizado. (Pueden descargar el libro haciendo click aquí, sin registrarse)
 
Cada palabra es como una innecesaria mancha en el silencio y en la nada.
Samuel Beckett (1906-1989)

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